Sea toda nuestra vida un acto de amor.
Beata Madre Matilde Téllez
El nacimiento del Instituto tiene lugar el 19 de Marzo de 1875, Solemnidad de San José, en absoluta pobreza material y humana. Matilde nos dice que en ese momento, decisivo y fundamental para su vida y para "el Pensamiento", Jesús Eucaristía le comunicó una fuerza arrolladora para vencer la prueba del abandono, y, sola con María Briz, continúa con paso firme, hacia la casita de Nazaret, convencida de que era la voluntad de Dios. Allí comienzan una vida de recogimiento y oración, dispuestas a hacer sólo la voluntad de Dios.
Estando Matilde meditando en gran intimidad con Jesús, siente de nuevo que éste le dice: "¿Dónde están mis pobres?. ¿Dónde mis niñas y jóvenes?. Al instante poned, Jesús mío, dulcísimo consuelo, tus órdenes, que hemos venido a cumplirlas ..." le responde Matilde. Y reemprende gozosa, en unión de María Briz, sus actividades apostólicas con niñas, jóvenes, enfermos..., con una nueva modalidad: en cuanto les es posible, acogen un pequeño grupo de niñas huérfanas desvalidas en su propia casa.
Madre Matilde quiere para su Congregación el estilo de vida de la Sagrada Familia de Nazaret, y así se afanan ellas en vivirlo:Vida de recogimiento y oración.
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Vida de pobreza y confianza en la Providencia.
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Vida de sencillez y humildad.
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Vida de sacrificio y de gozo.
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Vida de amor.
En esa casa se ofrecían a Dios "todos los días por la oración, la acción y el sacrificio".
A los pocos meses piden al Prelado la vestición del hábito religioso, y pasado un tiempo se lo concede. La Madre ha dejado en sus Escritos los sentimientos de ese día, sentimientos de humildad, de alegría y de gratitud al Señor. "Desde aquel día, desde aquella hora, yo sufrí una novedad en todo mi ser, como si hubiera dejado de existir. Todo cambió".
En medio de la prueba nace nuestro Instituto. Nació, porque era la voluntad de Dios, porque el Señor lo amaba mucho. Nacía al amparo de Jesús Eucaristía y de la Virgen, y de la fe inquebrantable de una mujer, Matilde Téllez, y de su fidelísima compañera, María Briz.
CONSOLIDACION DEL PENSAMIENTO
"¿Dónde hemos de vivir?. Siempre junto a un Sagrario. Entregando con todo amor el corazón a Jesús sin excusas ni condiciones".
Matilde y María Briz emprenden un alegre aunque trabajoso peregrinaje "para publicar su pensamiento" por la diócesis de Plasencia. Don Benito se ofrecerá como lugar idóneo para establecer el noviciado. Se trasladan allí desde Béjar, y el día de San José de 1879 quedan establecidas la Comunidad y la Casa Noviciado.
Comienza a girar en torno al Sagrario toda la vida de Comunidad. Comienzan los ministerios, sus tareas caritativas con el pueblo de Don Benito: acogen maternalmente en su casa a un grupo de niñas huérfanas, desvalidas.